Fue hallado por un equipo de astrónomos alemanes del Instituto Max Planck y es muy similar al planeta Tierra.
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Los
descubrimientos de exoplanetas parecidos a la Tierra no paran y cada vez los
métodos empleados son más efectivos. Este es el caso de Wolf 1069b, un
planeta extrasolar parecido en tamaño a nuestro mundo y que tendría todas
condiciones para albergar vida.
El
exoplaneta, orbita la estrella Wolf 1069, una enana roja relativamente fría
de aspecto anaranjado a 31 años luz de distancia de la Tierra. Este
cuerpo celeste, tiene 1,36 veces la masa de la Tierra y orbita su estrella
cada 15,6 días terrestres en la “zona habitable” con muy
probablemente agua líquida en su superficie.
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Ya
se han descubierto más de 5.240 exoplanetas; muchos de ellos parecidos a
la Tierra y en la zona de habitabilidad. Wolf 1069b es un mundo del tamaño
similar a la Tierra y recibe tan solo el 65% de la radiación que la Tierra
recibe del Sol.
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Esta
exotierra Wolf 1069b, se encuentra en la Constelación de Signus, a la
distancia estelar de 31 años luz de la Tierra; considerada por los
científicos planetarios como relativamente cerca en términos astronómicos, pero
aun lejos para llegar allá con la actual tecnología.
“Al
analizar los datos de la estrella Wolf 1069, observamos una señal clara y de
baja amplitud de un planeta de masa parecida a la de la Tierra”, sostuvo, Diana
Kossakowski, astrónoma del Instituto Max Planck de Astronomía en
Alemania.
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El
informe completo de este asombroso descubrimiento del exoplaneta Wolf 1069b,
fue publicado en revista Astronomy & Astrophysics. En comparación
con nuestro Sol, Wolf 1069 es una estrella mucho más pequeña y fría; por lo
que emite mucho menos radiación.
“Los
planetas que orbitan estrellas como Wolf 1069; aunque su “zona de
habitabilidad” está más estrella y cercana, son más capaces de sustentar la
vida a pesar de estar mucho más cerca del Sol que nuestro planeta Tierra”, afirmó Kossakowski.
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Explica
el coautor del informe Jonas Kemmer de la Universidad de Heidelberg que “Para
que un planeta sea habitable, se necesita mucho más que agua líquida en su
superficie, al igual que la Tierra, el exoplaneta necesita de una
atmósfera que provoque efecto invernadero”, indicó el científico.
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Concluyen
los investigadores que, las enanas rojas en sus inicios pasan por un período
de alta actividad radial que causa daños a los planetas, pero si el
exoplaneta Wolf 1069b desarrolló y sostuvo su atmósfera, es posible que
tenga un campo magnético parecido al de la Tierra.