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Los
viajes espaciales tripulados por astronautas humanos podrían dar un giro
inesperado. El instinto de conservación de la vida y los riesgos de
supervivencia de los tripulantes humanos es algo preocupante para la NASA
y las diferentes agencias espaciales.
Sin
el problema de llevar humanos a bordo de una nave espacial interplanetaria,
los viajes podrían ser más económicos y las naves podrían viajar a grandes
distancias; incluso para llegar a Próxima Centauri, el sistema solar vecino
a 4 años luz de distancia.
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Mejorando
un poco los motores o con la nueva generación que se avecina de dichos
motores; las naves espaciales podrían cubrir grandes distancias y viajar más
rápido. Tripuladas por robot humanoides, podríamos llegar a los planetas
extrasolares más cercanos a la Tierra sin arriesgar una sola vida humana.
Los
astronautas humanos suelen tener problemas físicos en el espacio.
Algunos pierden peso, los huesos se descalcifican, se les atrofian los músculos,
acusan pérdida de la visión y otros podrían tener problemas cardíacos o múltiples
inconvenientes por la cero gravedad. Los robots espaciales no consumen
alimentos durante sus viajes ni van al baño, y eso es una gran ventaja.
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La
NASA ya trabaja en el proyecto “Robonaut” que busca principalmente la
construcción y el desarrollo de robots astronautas diseñados para la
investigación del espacio. Este proyecto, tiene como propósito fundamental,
ayudar a realizar tareas de alto riesgo en el espacio para los humanos.
¿Qué son los robonautas o robots espaciales?
Los
robots espaciales o robonautas humanoides, son sistemas electrónicos
integrados diseñados automáticamente para ayudar e incluso sustituir a los
seres humanos en misiones en el espacio o tripulando naves espaciales
interestelares.
En
este caso en particular, los robonautas o robots espaciales, son
simplemente máquinas diseñadas para realizar misiones científicas en
órbita, de reconocimiento en el espacio exterior o en la superficie de otros
planetas como lo hacen los robots en la Luna y Marte.
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En
consecuencia, los robots humanoides espaciales, fueron diseñados para descubrir
los misterios del universo y pueden ser controlados de forma remota desde
la Tierra. Esta tecnología ya se utiliza en el espacio en la ISS (Estación
Espacial Internacional) y se conoce como brazos robóticos.
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No
obstante, en la actualidad ya hay muchos procesos automatizados para
procesos complejos de alto riesgo para los humanos. En estos casos, las diferentes
agencias espaciales prefieren usar en sus misiones tecnología robótica o los
llamados robots humanoides.
El
gigante asiático Japón, tiene en marcha proyectos para sustituir a los
astronautas humanos por robots espaciales o robonautas; una nueva raza de
androides autónomos automatizados que trabajaran en órbita, tripulando naves
espaciales o en misiones en la superficie de otros planetas; controlados desde la
Tierra.
Alianza de Google y la NASA para sustituir astronautas
Al
igual que Japón, tanto Google como la NASA tienen proyectos en marca para
sustituir a los astronautas por los elevados costos que implica enviar
humanos al espacio. Dichos proyectos; al reemplazar los humanos por robots
autónomos humanoides, reduciría sustancialmente los costos de una misión
tripulada en un 90%.
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Para
ello, se ha lanzado el proyecto “SPHERES”, unos robots sofisticados que
funciona con teléfonos inteligentes. Los robots tipo “SPHERES” son máquinas
esféricas propulsadas por CO2 del tamaño de una bola de boliche con
cámaras, acelerómetros, sensores y con un hardware militar especial.
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La
NASA y Google ya han probado esta tecnología con vuelos de pruebas en cero
gravedad; cuyo objetivo, es tener una flota de estos robots automatizados; mientras
tanto, Rusia también está probando su propia tecnología robótica con “Fedor”,
un robot ruso capaz de subir y bajar escaleras; realizar labores mecánicas y
desempeñarse en situaciones de emergencia. La era de los robonautas se acerca.